LA VIEJITA Y LA CAJERA...
Una viejita fue al súper y puso en su canasta las latas más caras de comida para gato. Luego fue a pagar. En la caja, le dice con orgullo a la cajera: "Sólo compro lo mejor para mi gatito". La cajera le responde: Lo siento, pero no le podemos vender comida para gato sin que usted tenga pruebas que tiene un gato. Muchos ancianos compran comida para gatos, y por necesidad luego ellos mismos se lo comen. La Gerencia quiere prueba de que usted está comprando la comida realmente para su gato" . La viejita se fue a casa, agarró su gato, lo trajo a la tienda y le vendieron la comida para gato. El día siguiente, la viejita fue a la tienda y compra 12 galletas para perro. La cajera esta vez le exige prueba de que ella también tenía un perro, alegando que muchos ancianos a veces comen hasta comida para perro. Frustrada la viejita fue a casa, regresa trayendo a su perro. Finalmente le dieron las galletas para perro. El siguiente día ella trajo una